Las diferentes sesiones se iniciaban con la proyección de unos vídeos que se habían preparado para la ocasión, con datos referentes al tema a tratar. Uno de los vídeos se puede ver a la nueva web de Bibliotecas de Barcelona, que por cierto se presentó aprovechando el evento de las jornadas, así como el nuevo perfil de Twitter. El debate paralelo que se produjo a lo largo de todas las jornadas en Twitter se puede seguir con la etiqueta # bib10anys. Fue divertido y muy interesante, aunque creo que hubo relativamente pocas intervenciones, si se compara con eventos similares de otros ámbitos.
Aparentemente los cambios en el modelo de negocio en el sector editorial tienen poco que ver con la arquitectura de bibliotecas. Pero hace tiempo que pienso que si el concepto de biblioteca está cambiando tan radicalmente con el paso de una sociedad industrial, o post-industrial, a la sociedad del conocimiento (o sociedad red, globalizada), es necesario para los arquitectos tener una idea clara de qué fenómenos se producirán en el futuro en el espacio físico de las bibliotecas: hasta qué punto tendrán importancia los libros en soporte papel en relación a toda la información en soporte digital, accesible a través de aparatos electrónicos, por ejemplo . Necesariamente el cambio de soporte implica cambios tecnológicos que van a afectar al edificio. Por eso me parece oportuno tener una visión global no sólo de lo que pasa en el mundo de la biblioteca sino también al mundo editorial. Esto nos ayudará tener la justa medida lo que significa hablar de "biblioteca sin libros", por ejemplo.
Los diálogos, en este caso, fueron conducidos por Joaquín Rodríguez, que comenzó con una frase memorable: "La cadena de valor del libro se basa en un sistema de producción industrial, pre-digital, insostenible e ineficiente". Con una afirmación así y con un editor y una autora en la mesa, teníamos la polémica casi asegurada. La redefinición de la cadena de valor del libro, en el mundo digital, implica unos cambios profundos que afectan también a la reconfiguración del rol de autor y de editor en el modelo de negocio editorial. En este sentido, he encontrado interesante el texto de la escritora Neus Arqués porque es claro y conciso. Siempre que escucho el editor Ernest Folch me parece muy entendedor por la clara distinción y relaciones que hace entre conceptos: apoyo (papel o digital) o canal (de Distibución, para llegar al lector), relación entre género y apoyo, autor-editor o editor-autor ... En cualquier caso, los dos estaban de acuerdo en que se está produciendo un proceso de desintermediación (en el que cada eslabón perdido respresenta un valor perdido que hay que reponer), que implica mayor interacción a través de la conversación digital (que requiere una participación sostenida y abierta), y la gestión de la propia visibilidad como elemento clave, a través del marketing digital.
Arantza Larrauri, de la plataforma Libranda, y Luis Collado, de Google Books España, hablaron de la digitalización y la creación de contenidos, procesos en los que las bibliotecas tienen cierto protagonismo. La conversación derivó hacia cuestiones tecnológicas, como la lucha entre dispositivos (e-readers, tabletas ...) y formatos (ePUB, PDF ...), pero parece que hay unanimidad en que las cuestiones tecnológicas son eventuales y fácilmente superables, y que lo esencial es la creación y edición de contenidos, al servicio de las cuales está la tecnología. Parece que hay que apostar por dispositivos no propietarios y estándares compatibles.
Jens Thorhaugue, de la Agencia Danesa para las Bibliotecas y los Media, y Rebecca Federman, de la Biblioteca Pública de Nueva York, conversaron sobre el rol de la biblioteca pública en el mundo digital. Hablaron de cómo utilizar las herramientas 2.0 para dar relevancia a partes de la colección con baja rotación: hacer visibles algunas partes de la colección a través del blog de la biblioteca ("blogging collections"), haciendo tweets enlazando a determinados libros, a los que se quiere dar visibilidad ("tweeting stories ")... En definitiva, utilizar herramientas de marketing para hacer visible la colección: de alguna manera, lo mismo que se hace en el espacio físico con los centros de interés, las exposiciones ... Los dos ponentes fueron claros respecto a la necesidad de ser proactivos en la adquisición y el préstamo del libro electrónico (no necesariamente del dispositivo de lectura).
En el turno de preguntas surgió una cierta polémica en torno a los derechos de propiedad. Sin duda, es un tema muy candente y que despierta pasiones, ya que hay enfrentados importantes intereses enconómico, los diferentes escalones de la cadena de producción. En las conclusiones de las jornadas se diría que tenemos unas leyes de copyright no adecuadas a los nuevos entornos digitales. Quizás una de las claves es el cambio de mentalidad que supone el paso de propiedad de la información acceso a la información (con el consiguiente debate sobre la gestión de licencias...)
Por otra parte, el mismo Javier Celaya nos decía, en un tweet, que en Estados Unidos un 9% de las ventas del mercado editorial han sido en e-books (mientras que en España no han llegado a un 2% en 2009) . El mercado editorial es mucho más maduro en Estados Unidos que en Europa, en este sentido. Por tanto, si queremos saber qué pasará aquí con las bibliotecas en el futuro, debemos observar sobre todo las transformaciones que se están produciendo en Estados Unidos.
Me sorprendió el dato de que un tercio de los préstamos en las bibliotecas danesas es digital, según Jens Thorhaugue. Un tercio! Aquí todavía estamos muy lejos de eso. Los países nórdicos siguen siendo, también, una referencia de cómo serán en el futuro las bibliotecas aquí.
Me quedo con una frase de Jens Thorhaugue: "La biblioteca debe ser un lugar para todo tipo de creación (artístico, investigación ...) y de innovación. Los contenidos serán creados por los usuarios y la biblioteca será tan solo un equipo de prestación de servicios " Servicio! Ni edificio, ni col.lección…
La jornada había sido interesante, pero muy intensa. Creo que los ponentes estaban sorprendidos por la intensidad del horario de trabajo en este país. Y también porque después de una comida consistente no les habíamos dejado hacer una siesta ("La siesta!" reclamaba alguno de ellos).
Al día siguiente el día sería más ligero ...
FUENTES:
* Villa, Ivan. "Joaquín Rodríguez:" La biblioteca también debeis asumir la alfabetización digital de suspensión usuarios ". En: La Vanguardia (10/18/2010)
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[...] la biblioteca pública” había sido intenso (ver los posts anteriores sobre el tema aquí y aquí). El último día los diálogos serian sobre la evolución del espacio físico, sobre la [...]
ResponElimina[...] futuros de la biblioteca pública” y la elaboración de algunos posts en este blog (1, 2 y 3), me ha llevado a escribir estas reflexiones a partir de lo que allí se [...]
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