05 de novembre 2009

Apuntes sobre la Phillips Exeter Academy Library

En 1966, Louis I.. Kahn (1901-1974) recibe el encargo de la construcción para la Exeter Academy (1), un internado de chicos, de la biblioteca (2) y de un comedor adyacente. Con esta biblioteca, Kahn culmina su búsqueda personal para buscar la "forma" (iniciada de forma radicalmente diferente con la Washington University Library) de las bibliotecas, y lo hace con un comentario:
"Veo la biblioteca como un lugar donde el bibliotecario pueda exhibir los libros, abiertos a propósito en páginas selectas para seducir a los lectores. Tendría que haber un sitio congrandes mesas sobre las que el bibliotecario pueda poner los libros y los lectores puedan coger el libro y llevarlo a la luz” (3)

Con este fragmento podemos definir ya tres espacios: uno para la exhibición de los libros como objetos; un segundo espacio que sirva de reunión colectiva en el que los usuarios puedan reunirse con los libros; y finalmente, un tercer espacio donde los lectores mantengan una relación "privada" e íntima con los libros y la luz. Encontramos aún un segundo comentario del propio Kahn, en el que clarifica y marca los límites de estos tres espacios:
“Exeter comenzó en la periferia, donde se halla la luz. Yo sentía que la sala de lectura tenía que situarse donde una persona pudiera estar sola cerca de una ventana y que debía ser una especie da gabinete privado, una suerte de lugar descubierto en los pliegues de la construcción. Hice el exterior del edificio como un aro de ladrillo, independiente de los libros. El interior lo hice como un aro de hormigón donde se guardaran los libros, apartados de la luz. El área central es el resultado de esos dos aros continguos; sólo en la entrada son visibles los libros a través de grandes OBERTURAS circulares. Así uno siente que el edificio posee la invitación de los libros " (4)

[caption id="attachment_4635" align="alignleft" width="310" caption="Exterior de la Exeter Library"][/caption]

Efectivamente, el área central como culminación del resto de espacios. Los espacios, la "forma" de los espacios ya toman forma física, maduran tanto en la mente del arquitecto como en la futura representación material en el edificio de la biblioteca, cohesionada como conjunto único y acabado: la rotundidad de la entrada como escaparate de los libros allí contenidos, invitando a entrar, pero que al mismo tiempo se convierte en un espacio de reunión y de encuentro a la vez que de meditación y reflexión, de pausa. La frialdad efectiva, oscura del interior hecho de hormigón. Y finalmente la claridad, el espacio amable exterior, la calidez del ladrillo. Tres ámbitos (tres formas) bien diferenciados, separados según el uso y la función que tendrán dentro del edificio, y con materiales específicos para cada uno de ellos. El material y la forma se interrelacionan y se fusionan.Uno seguramente no podría existir sin el otro. Para completar los espacios del edificio, encontramos en las esquinas cuatro zonas auxiliares para las comunicaciones verticales, la ventilación, servicios, etc. (5)

Para Kahn, no sólo era importante la "forma" del edificio. También lo era su forma exterior, hasta convertirse ya una temprana invitación del alumnado a entrar a entrar ya disfrutar de él. Por decirlo de alguna manera, su relación de conjunto con su entorno más inmediato . En el proyecto de Exeter, para Kahn este fue un aspecto también a tener presente. Él mismo escribe:
"En Exeter no intenté hacer algo que sobresaliera. Muestre mi respeto a los edificios a mi alrededor escogiendo el ladrillo para entonar con ellos "

"Las bibliotecas de todas las facultades universitarias se sienten a gusto a la entrada de una plazuela en la que tengan acceso todos los estudiantes, como un lugar que les invita permanentemente. Las plazoletas de entrada y los jardines y senderos que las unen forman una arquitectura de conexión " (6)

Los tres espacios

[caption id="" align="alignleft" width="198" caption="El espacio central, con los grandes círculos simbólicos que dejan ver los libros, invitando a entrar"]El espacio central, con los grandes círculos simbólicos que dejan ver los libros, invitando a entrar[/caption]

El espacio central es un pequeño compendio del orden y lógica geométrica, aspectos que Kahn apreciaba especialmente, y que tomó directamente de la arquitectura renacentista en que los edificios eran una representación a pequeña escala de algo divino, armónico y perfecto (7 ). Esto lo aplicó a las líneas de la Exeter, ya que para Kahn las bibliotecas eran una tipología superior de edificios, una especie de puerta de acceso a un estadio superior gracias a los libros y, en consecuencia, a su lectura. Así, el vestíbulo de acceso y la zona interior, el contenedor de los libros (visibles desde la escala), tenían que representar simbólicamente esta ascensión cultural.

En segundo lugar, el espacio interior, el contenedor de los libros, es quizás el espacio menos tratado y con menos carga simbólica.Seguramente para Kahn representaba sólo una transición momentánea, una zona de paso obligado para obtener los libros y llevarlos a la zona de lectura. El elemento prosaico que significa el hormigón, y su simplicidad, ayudan a esta concepción.

Saliendo de esta transición que representa la zona interior, los usuarios, ya con los libros elegidos, salen a la "luz" que representa la zona exterior de la biblioteca, una zona amable, saturada de iluminación en forma de galerías en doble altura, aprovechando y haciendo suya la piel y los pliegues del edificio. Ambas zonas, la interior y esta de lectura, estaban separadas por uno de los arcos de que hemos hablado más arriba, así como para los estantes con los libros. Estos dos elementos constituyen una barrera natural entre la tranquilidad il'assossegament de la zona exterior, la zona de lectura, y la zona interior, de más bullicio e informal. Además, esta barrera rompe con uno de los preceptos más reclamados desde el mundo de la biblioteconomía: el poder controlar toda la biblioteca desde el punto principal de atención al público.Se dice el panopticisme ya la Exeter no existe; Kahn quiso separarlo: daba mucha importancia a la necesaria tranquilidad del acto de lectura, ya la concentración que requiere, y ninguna mirada ajena o inquisidora se tenía que interponer. Uno de los elementos más importantes de la zona de lectura es lo que Kahn llama los gabinetes, en el que puso especial atención en su concepción. Según sus propias palabras:
"El gabinete es la habitación dentro de la habitación ... Hice el gabinete asociado a la luz. Tiene su propia ventanita para que uno pueda regular su intimidad y la cantidad de luz que quiera" (8)

La mayor influencia

Para terminar, quisiera hacer mención de la que, en mi opinión, fue la mayor influencia que tuvo Kahn hora de proyectar la Exeter Library. Una influencia llena de sencillez y simplicidad, universal y eterna, sin artificios. Se trata de Etienne-Louis Boullée y su biblioteca. En 1968 Kahn escribió (9):
"Hay una ilustración de la biblioteca en la que no figuran mesas. Es una gran habitación imperialista y se ve a personas alcanzando libros desde arriba a personas que están más abajo. No hay mesas para leer, simplemente la sensación de lo que debería ser una biblioteca: uno entra en la sala y allí están todos los libros. " (10)

Pienso que estas líneas finales reflejan una idea trascendental: la del acceso. La sencillez que se rezuma es grande. Kahn, y Boullée ya en el siglo XVIII, imaginan (y reclaman) unas bibliotecas más abiertas, más fáciles y con menos artificios. Kahn lo hizo poniendo énfasis en la "invitación" del propio edificio a entrar, en potenciar los usos ya desde el exterior; Boullée pensó una biblioteca limpia, casi minimal, donde se establece una relación directa e intransferible entre los libros y los usuarios. Creo que en buena medida sus sueños se ha cumplido.

NOTAS:

  1. http://www.exeter.edu / [Consulta: 15/02/2006]

  2. La página web de la biblioteca es: http://library.exeter.edu/index.html [Consulta: 15/02/2006]

  3. Kohane, Peter. "La búsqueda de la" forma "de Louis I. Kahn: ámbitos públicos y privados en las bibliotecas de la Washington University y la Phillips Exeter Academy ". En: Kahn: libraries = bibliotecas. Barcelona: Colegio de Arquitectos de Catalunya, DL 1989. ISBN 84-600-7266-5, p. 99. Citado originalmente en Lobell. Betwenn silence and light, p. 100

  4. Ibid, p. 99. Originalmente en: "The Mind of Louis I. Kahn ". En: Architectural Form, no. 137 (july-august 1972), p. 77

  5. Ibid, p. 101.

  6. Ibid, p. 103-105. Originalmente en: Louis I. Kahn. "Room, Window and Sun". En: Canadian Architect, n. 18 (june 1973), p. 53

  7. Ídib, p. 109. En 1956, a raíz de una conversación con Colin Rowe, este envió a Kahn el estudio Architectural principles in the Age of Humanism, de Rudolph Wittkower. Su lectura para Kahn fue decisiva.

  8. Ibid, p. 117. Citado en: Wurman. What will be, p. 179.

  9. Escribe estas líneas como prólogo de una exposición sobre los proyectos de Boullée. Kahn, Louis I. "Twelve lines". En: Visionary architects: Boullée, Ledoux, Lequeu. Houston: University of St.. Thomas, 1968, p. 5

  10. Ídid, p. 107. Citado en: Wurman. Whay will be, p. 182


FUENTES:

04 de març 2009

La evolución de los espacios físicos de las bibliotecas

En los últimos cien años, como mínimo en Cataluña, creo que las bibliotecas han sufrido una serie de grandes y enormes transformaciones en todo tipo de ámbitos. Es un hecho evidente que las bibliotecas de entonces no son, por suerte, como las que disponemos ahora. Ha habido una clara evolución y mejora de sus servicios y de sus instalaciones. Y es aquí donde me quiero centrar en este artículo. ¿Cómo se han transformado los espacios físicos de las bibliotecas? ¿Cómo han evolucionado sus espacios? ¿Qué ha cambiado y hacia dónde se encaminan? A todo esto intentaré dar mi opinión y mi punto de vista... En ningún caso ofreceré respuestas absolutas, sino que seguramente generados, seguramente, muchas más preguntas.



La imagen exterior de las bibliotecas ha cambiado mucho. Su arquitectura ha evolucionado considerablemente, y seguramente han sufrido una de las evoluciones más radicales y absolutas en el mundo de la arquitectura. Espesos muros, con pocas ventanas, cerradas en sí mismas, herméticas, recluidas, inaccesibles ... y con una áurea de templos del saber. Así podríamos definir hasta hace no tantos años las bibliotecas de nuestro entorno. Seguramente todo ello contribuía la imagen exterior que tenían, y las sensaciones y las emociones que desprendían hacia su entorno. Estaremos de acuerdo en que las convenciones sociales y la estructura de valores ha cambiado muchísimo en sólo un siglo, y que todo ello también ha influido en las bibliotecas y en la forma de construir-las. Como muestra, la imagen que ilustra este párrafo, de la Biblioteca Popular de El Vendrell, del año 1922. De líneas marcadamente clásicas, tiene aspecto de un auténtico templo del saber. Cabe decir que las Bibliotecas de la Mancomunidad siguen en buena medida este aspecto, con pequeñas variaciones. Seguramente que si fuera una biblioteca actual, nos haría respecto entrar ... quizás nos lo pensaríamos dos veces. Debemos entender, que entonces esta tipología de bibliotecas era la norma en Cataluña, y que por tanto probablemente no se esperaba que tuvieran ninguna otra forma que la que tuvieron.



Hoy en día el panorama arquitectónico ha cambiado, y es absolutamente diferente. Las bibliotecas son una de las tipologías de edificios públicos mejor valoradas por arquitectos y responsables políticos y gestores, lo que ha provocado que su arquitectura haya convertido altamente simbólica y representativa, ya no sólo para la propia biblioteca sino que también para la ciudad que lo acoge, hasta el punto de que creo que las Bibliotecas son quizá el edificio público por excelencia. De la reclosión y el cierre se ha pasado a la apertura del edificio. Cambios sociales y culturales han provocado este cambio, esta apertura. Se han difuminado prácticamente en su totalidad los límites del edificio y el espacio público, la calle, la plaza. Se usa el vidrio abastecimiento, con profusión (quizás, incluso, demasiado), intentando extender el carácter social y ciudadano de la calle hasta el interior de la biblioteca. Como muestra, podemos ver en la fotografía la Biblioteca Comarcal de Blanes, obra de Artigues & Sanabria (1997-2002). La transformación es más que evidente, no sé si es mala o buena, pero si que es más que notable. Para nuestra mentalidad actual, sin duda invita más a entrar la Biblioteca de Blanes... ¿Nos imaginamos, sin embargo, una biblioteca como la de El Vendrell del año 1922 hoy en día? Seguramente no. ¿Se ha llegado quizá a una cierta comercialización de las bibliotecas? ¿Se pueden sentir las bibliotecas como una cultura de escaparate, en el que se muestra sin complejos que se ha hace en su interior? ¿O había que llegar hasta este punto para poder superar la tradicional ignorancia social sobre el trabajo y las funciones propias de las bibliotecas?



Y bien, si hasta ahora hemos visto cómo ha cambiado la apariencia externa de los edificios de las bibliotecas, ahora nos centraremos en cómo ha cambiado su interior. Ha habido, como no podía ser de otra manera, cambios profundos influidos por la renovación arquitectónica que han experimentado las bibliotecas. Si han cambiado exteriormente, era absolutamente inevitable que también cambiaran interiormente. Como muestra, esta imagen de la Biblioteca Popular de Manresa del año 1928. Predominan las mesas de lectura y estudio, y los estantes distribuidos de forma perimetral. Y poco más. El aspecto interior de las bibliotecas estaba directamente influenciado por la tecnología que había disponible entonces, y se adaptaba a ella. Seguramente no se requería ni hacía falta nada más que mesas, lámparas y sillas, y unos estantes con los libros y revistas para dar servicio y resolver las necesidades de los usuarios de las bibliotecas. Así de sencillo pero a la vez así de complicado, todo un reto y éxito de Gobierno, si tenemos en cuenta las circunstancias históricas de la Mancomunidad.



Con el paso de los años, las bibliotecas han tenido que incorporar nuevos soportes informativos, y por tanto nuevas tecnologías, que han transformado sus interiores. Hay seguimos encontrando estanterías con libros y revistas, hay por supuesto mesas con luces y sillas... pero han tenido que ceder parte de su espacio y de su importancia: en zonas infantiles con cojines y sillas y mesas adaptadas, a áreas de materiales audiovisuales , con CDs, DVD, vídeos, y los equipos específicos para su uso; y, sobre todo, ordenadores para la consulta a los catálogos automatizados y el acceso a Internet. Como ejemplo, una fotografía de la nueva sede de la Biblioteca Pere de Montcada de La Sénia (Tarragona), inaugurada en abril de 2008. Pienso que la incorporación a las bibliotecas de nuevos materiales y soportes informativos, más allá de los libros y revistas de siempre, ha hecho que cambiara radicalmente su aspecto interior. Sus salas han tenido que adaptarse para acoger con garantías de éxito todos estos nuevos soportes. Si en el exterior han influido más los cambios sociales y culturales, en el interior es la tecnología la que tiene un peso más importante y grande, como impulso transformador.



Sin embargo, durante mucho tiempo, y quizás aún hoy en día, el centro de atención de los espacios interiores de las Bibliotecas sigue siendo el libro y los materiales impresos. Quizás el peso de la tradición influye, o quizás es el peso de la profesión y de nuestro habitual rechazo a demasiados cambios tecnológicos en nuestro trabajo diario. Lo cierto, es que el espacio dedicado a materiales impresos sigue siendo mayoritario en las bibliotecas de nuestro entorno... pero algo está cambiando. ¿Y qué es? Bueno, en nuestro país encontramos el ejemplo del GEPA, impulsado desde el CBUC, y que no es más que un almacén centralizado de libros y documentos de poco uso, para que no ocupen espacio en las Bibliotecas, y éstas puedan usarla con documentos de más uso. Este es sin duda un camino ya iniciado por cada biblioteca a nivel individual con sus propios almacenes. Pero sin duda, el mayor cambio que estamos experimentando aún hoy en día en las Bibliotecas es la progresiva implantación de ordenadores en nuestras salas. Como ejemplo, esta sala llena de ordenadores de la nueva Biblioteca de la Universidad de Lima... Sin duda, y pongo la mano en el fuego, vamos hacia aquí, y es del todo inevitable. Y no sólo con los ordenadores: muy pronto podremos ver parques de lectores de e-books para la lectura de libros digitales. La progresiva digitalización y virtualización de la información es un camino ya sin retorno, con todas las consecuencias positivas y negativas que evidentemente tiene. Y por supuesto que tendremos que conservar el libro, pero eso ya tendremos un GEPA... en nuestra Biblioteca, estoy seguro, la consulta se hará mediante un e-book o por ordenador.

Con esta progresiva digitalización de la información, las bibliotecas nos enfrentamos a un reto. ¿Como diseñamos los espacios? ¿Cómo construimos las nuevas bibliotecas? El uso y las funciones tradicionales de las bibliotecas de lectura y consulta se han visto ya superadas por un uso más lúdico, más informal, más social. Las Bibliotecas somos ahora un punto de encuentro, de reunión, de intercambio social y que busca y consulta información (digital) de forma virtual. Por lo tanto, debemos ser capaces de pensar nuestras bibliotecas en este sentido. Pero no se trata tanto de diseñar y planificar bibliotecas virtuales, que también ... sino que más bien se trata de construir espacios de transición entre nuestro mundo analógico, y el mundo digital en que vivirá toda la información. Debemos ser capaces de hacer y crear un tercer espacio (término que gusta mucho a Lluís Anglada y que comparto plenamente), nodos sociales. Nos jugamos nuestro futuro como profesión: hay un fina y delicada línea entre acceder a la información desde casa con tu ordenador o hacerlo desde una biblioteca, y hacerlo en sociedad. ¿Qué queremos? Sólo depende de nosotros que nuestros usuarios no acaben saltando. Porque si, estoy seguro que seguirán haciendo edificios de bibliotecas, pero hay que repensar los mismos. Los arquitectos ya hace tiempo que han iniciado este camino, con verdaderas joyas tecnológicas como la Biblioteca de Seattle, de Rem Koolhaas. ¿Nos ponemos a trabajar?

FUENTES:

L’evolució dels espais físics de les biblioteques

En els últims cent anys, com a mínim a casa nostra, crec que les biblioteques han patit una sèrie de grans i enormes transformacions en tota mena d'àmbits. És un fet evident que les biblioteques de llavors no són, per sort, com les que disposem ara. Hi ha hagut una clara evolució i millora dels seus serveis i de les seues instal·lacions. I és aquí on em vull centrar en aquest article. Com s'han transformat els espais físics de les biblioteques? Com han evolucionat els seus espais? Què ha canviat i cap a on s'encaminen? A tot això intentaré donar la meua opinió i el meu punt de vista... En cap cas oferiré respostes absolutes, sinó que segurament generaré, segurament, moltes més preguntes.



La imatge exterior de les biblioteques ha canviat molt. La seua arquitectura ha evolucionat considerablement, i segurament han sofert una de les evolucions més radicals i absolutes en el món de l'arquitectura. Espessos murs, amb poques finestres, tancades en si mateixes, hermètiques, recloses, inaccessibles... i amb una àurea de temples del saber. Així podriem definir fins fa no tants anys les biblioteques del nostre entorn. Segurament a tot això hi contribuïa la imatge exterior de que tenien, i les sensacions i les emocions que desprenien vers el seu entorn. Estarem d'acord que les convencions socials i l'estructura de valors ha canviat moltíssim en només un segle, i que tot plegat també ha influït en les biblioteques i en la forma de construïr-les. Com a mostra, la imatge que il·lustra aquest paràgraf, de la Biblioteca Popular del Vendrell, de l'any 1922. De línies marcadament clàssiques, té aspecte d'un autèntic temple del saber. Val a dir que les Biblioteques de la Mancomunitat segueixen en bona mesura aquest aspecte, amb petites variacions. Segurament que si fos una biblioteca actual, ens faria respecte entrar-hi... potser ens ho pensariem dues vegades. Hem d'entendre, però, que llavors aquesta tipologia de biblioteques era la norma a Catalunya, i que per tant probablement no s'esperava que tinguessin cap altra forma que la que van tenir.



Avui en dia el panorama arquitectònic ha canviat, i és ben diferent. Les biblioteques són una de les tipologies d'edificis públics més ben valorades per arquitectes i responsables polítics i gestors, fet que ha provocat que la seua arquitectura hagi esdevingut altament simbòlica i representativa, ja no només per a la pròpia biblioteca sinó que també per a la ciutat que l'acull, fins al punt de què crec que les Biblioteques són potser l'edifici públic per excel·lència. De la reclosió i el tancament s'ha passat a la obertura de l'edifici. Canvis socials i culturals han provocat aquest canvi, aquesta obertura. S'han difuminat pràcticament en la seua totalitat els límits de l'edifici i l'espai públic, el carrer, la plaça. S'usa el vidre abastament, amb profusió (potser, fins i tot, massa), intentant extendre el caràcter social i ciutadà del carrer fins a l'interior de la biblioteca. Com a mostra, podem veure a la fotografia la Biblioteca Comarcal de Blanes, obra d'Artigues & Sanabria (1997-2002). La transformació és més que evident, no sé si és dolenta o bona, però si que és més que remarcable. Per la nostra mentalitat actual, sens dubte convida més a entrar-hi la Biblioteca de Blanes... Ens imaginem, però, una biblioteca com la del Vendrell de l'any 1922 avui en dia? Segurament no. S'ha arribat potser a una certa comercialització de les biblioteques? Es poden sentir les biblioteques com a una cultura d'aparador, en el que es mostra sense complexos què s'hi ha fa al seu interior? O calia arribar fins aquest punt per tal de poder superar la tradicional ignorància social sobre el treball i les funcions pròpies de les biblioteques?



I bé, si fins ara hem vist com ha canviat l'aparença externa dels edificis de les biblioteques, ara ens centrarem en com ha canviat el seu interior. Hi ha hagut, com no podia ser d'altra manera, canvis profunds influïts per la renovació arquitectònica que han experimentat les biblioteques. Si han canviat exteriorment, era del tot inevitable que també canviessin interiorment. Com a mostra, aquesta imatge de la Biblioteca Popular de Manresa de l'any 1928. Hi predominen les taules de lectura i estudi, i els prestatges distribuïts de forma perimetral. I poca cosa més. L'aspecte interior de les biblioteques estava directament influenciat per la tecnologia que hi havia disponible llavors, i s'hi adaptava. Segurament no es requeria ni feia falta res més que taules, llums i cadires; i uns prestatges amb els llibres i revistes per a donar servei i resoldre les necessitats dels usuaris de les biblioteques. Així de senzill però alhora així de complicat, tot un repte i èxit de Govern, si tenim en compte les circumstàncies històriques de la Mancomunitat.

Biblioteca Pere de Montcada de la Sénia (51)

Amb el pas dels anys, les Biblioteques han hagut d'incorporar nous suports informatius, i per tant noves tecnologies, que han transformat els seus interiors. Hi continuem trobant prestatgeries amb llibres i revistes; hi ha per descomptat taules amb llums i cadires... però han hagut de cedir part del seu espai i de la seua importància: a zones infantils amb coixins i cadires i taules adaptades; a àrees de materials àudiovisuals, amb CDs, DVD, vídeos, i els equips específics per al seu ús; i a, sobretot, ordinadors per a la consulta als catàlegs automatitzats i l'accés a internet. Com exemple, una fotografia de la nova seu de la Biblioteca Pere de Montcada de La Sénia, inaugurada l'abril de 2008. Penso que la incorporació a les biblioteques de nous materials i suports informatius, més enllà dels llibres i revistes de sempre, ha fet que canviés radicalment el seu aspecte interior. Les seues sales s'han hagut d'adaptar per tal d'acollir amb garanties d'èxit tots aquests nous suports. Si en l'exterior han influït més els canvis socials i culturals, en l'interior és la tecnologia la que té un pes més important i gran, com a impuls transformador.



Tot i això, durant molt de temps, i potser encara avui en dia, el centre d'atenció dels espais interiors de les Biblioteques continua sent el llibre i els materials impresos. Potser el pes de la tradició hi influeix; o potser és el pes de la professió i del nostre habitual rebuig a massa canvis tecnològics en el nostre treball diari. El cert, però, és que l'espai dedicat a materials impresos continua éssent majoritari en les biblioteques del nostre entorn... però alguna cosa està canviant. I què és? Bé, a casa nostra trobem l'exemple del GEPA, impulsat des del CBUC, i que no és més que un magatzem centralitzat de llibres i documents de poc ús, per tal de què no ocupin espai a les Biblioteques, i aquestes puguin usar-lo amb documents de més ús. Aquest és sens dubte un camí, ja iniciat per cada biblioteca a nivell individual amb els seus propis magatzems. Però sens dubte, el canvi més gran que estem experimentant encara avui en dia a les Biblioteques és la progressiva implantació d'ordinadors en les nostres sales. Com a exemple, aquesta sala plena d'ordinadors de la nova Biblioteca de la Universidad de Lima... Sens dubte, i poso la mà al foc, anem cap aquí, i és del tot inevitable. I no només amb els ordinadors: ben aviat podrem veure parcs de lectors d'e-books per a la lectura de llibres digitals. La progressiva digitalització i virtualització de la informació és un camí ja sense retorn, amb totes les conseqüències positives i negatives que evidentment té. I per descomptat que haurem de conservar el llibre, però això ja tindrem un GEPA... a la nostra Biblioteca, estic segur, la consulta es farà mitjançant un e-book o per ordinador.

Amb aquesta progressiva digitalització de la informació, les biblioteques ens enfrontem a un repte. Com dissenyem els espais? Com construïm les noves biblioteques? L'ús i les funcions tradicionals de les biblioteques de lectura i consulta s'han vist ja superades per un ús més lúdic, més informal, més social. Les Biblioteques som ara un punt de trobada, de reunió, d'intercanvi social i que busca i consulta informació (digital) de manera virtual. Per tant, hem de ser capaços de pensar les nostres biblioteques en aquest sentit. Però no es tracta tant de dissenyar i planificar biblioteques virtuals, que també... sinó que més aviat es tracta de construïr espais de transició entre el nostre món anàlogic, i el món digital en què viurà tota la informació. Hem de ser capaços de fer tercers espais (terme que agrada molt a en Lluís Anglada i que comparteixo plenament), nodes socials. Ens hi juguem el nostre futur com a professió: hi ha un fina i delicada línia entre accedir a la informació des de casa amb el teu ordinador o fer-ho des d'una biblioteca, i fer-ho en societat. Què volem? Només depèn de nosaltres que els nostres usuaris no l'acabin saltant. Perquè si, estic segur que es continuaran fent edificis de biblioteques; però cal repensar-los. Els arquitectes ja fa temps que han iniciat aquest camí, amb veritables joies tecnològiques com la Biblioteca de Seattle, de Rem Koolhaas. Ens posem a treballar?

FONTS:

21 de gener 2009

Per una tria correcta del mobiliari de les biblioteques



La tria del mobiliari d'una biblioteca no hauria de ser un tema secundari o de segona categoria. De fet, penso que no ho és, però de tant en tant crec que convé tornar a recordar la importància d'un bon mobiliari per a les nostres biblioteques.

Evidentment cada centre és un món, i sempre buscarà adaptar-se a les seues necessites específiques... i perquè no dir-ho, a les seues possibilitats econòmiques i de pressupost. Com deia, la tria del mobiliari (i també de l'equipament que hi posarem) serà decisiva en alguns aspectes. No obstant, penso que hi ha uns mínims exigibles a tenir en compte. Veiem-ne alguns exemples:

  • Comptactes vs prestatgeries: amb compactes es guanya el doble d'espai que amb els prestatges, però per contra, els prestatges ofereixen un accés lliure que no tenen els compactes. Aquests, poden ser útils en biblioteques especialitzades o privades, amb molt poques consultes externes i adreçades principalment als treballadors de la institució que l'acull.



  • Cal tenir en compte que, amb el moviment dels compactes, els llibres es poden doblegar i deformar, i per tant, caldrà usar uns aguanta llibres adients, que reforcin especialment la part més baixa dels documents, ja que és aquesta precisament la més fràgil i dèbil davant deformacions.



  • Les senyalitzacions de les diferents classificacions del fons no podran ser mai fixes, ja que el fons és un organisme viu, en constant mutació i transformació (i en el millor dels casos, en creixement), i per tant, caldrà moure sovint els cartells amb les indicacions de les categories.



  • Finalment, cal tenir clara la necessitat i la utilitat d'utilitzar revisters per a emmagatzemar el fons de revistes. Aquestes són un fons especialment delicat, afectat sovint per deformacions, plecs, corbatures... Per tal, cal tenir-hi molt cura. Els revisters ens ajudaran a mantenir els números de revista en perfecte estat. Però és clar, usar-los te alguna contrapartida pel que fa al consum d'espai als prestatges, ja que els revisters ocupen un espai que es podria dedicar a alguna revista més. Com avantatge, indiscutiblement l'accés més fàcil i ràpid al fons de revistes.


Com veiem, un bon mobiliari influeix no només en l'ús i la gestió de l'espai físic de la biblioteca, sinó que també afecta a la conservació física òptima i correcte del seu fons. Cal tenir-ho present.

Apuntes sobre la Phillips Exeter Academy Library

En 1966, Louis I.. Kahn (1901-1974) recibe el encargo de la construcción para la Exeter Academy (1) , un internado de chicos, de la bibliote...